¿La IA empeora la seguridad?

La ciberseguridad es un tema en el que todos queriendo o no, participamos. Desde nuestros datos personales, nuestras redes sociales o los sistemas que se utilizan en las empresas donde laboramos.

Pero parece que no todos vislumbramos los riesgos latentes que acechan en manos de informáticos o herramientas que hacen de esto una cuenta regresiva a la fuga de datos de una compañía.

Es por esto, que en esta entrada del blog, hablaremos de lo que la IA está haciendo en el tema de ciberseguridad y de lo que se puede hacer al respecto.

La ciberseguridad es uno de los temas más importantes para todas las organizaciones. Internet ha provocado nuevos riesgos sin precedentes tanto para las organizaciones como para los individuos. Las amenazas a la ciberseguridad evolucionan constantemente, por lo que es importante estar al día de los últimos avances en este ámbito pero…

¿Empeora la IA nuestros problemas de ciberseguridad?

Si. Aunque los sistemas están utilizando cada vez mejores algoritmos de reconocimiento de actividades sospechosas (como el lavado de dinero o descargas de información masivas), el riesgo de la IA en la ciberseguridad podría llevar a la creación de un “adversario inteligente”, una máquina o programa que puede pensar como un humano y burlarnos en todo momento, haciendo miles de combinaciones, intentando con muchas variables, aprendiendo y desaprendiendo varias veces por segundo, todo potenciado por inteligencia artificial donde ningún humano podría dar batalla.

Este adversario inteligente podría ser utilizado para construir poderosas herramientas de hacking y hackeos, que podrían ser muy difíciles (o incluso imposibles) de detectar, haciendo que nuestros problemas de ciberseguridad sean peores de lo que ya son. 

La IA tiene el potencial de hacer que la ciberseguridad sea mucho más difícil, por lo que debemos entender mejor esta tecnología.

Los riesgos de los ciberataques crecen exponencialmente, año con año, con procesadores que reducen el tiempo que les lleva hacer sus tareas e incrementan el número de tareas simultaneas posibles. Su capacidad por sí sola es de tomarse en serio estas amenazas y en muchas regiones del mundo se está pasando por alto.

Aunque se pueden hacer muchas cosas para mejorar la ciberseguridad impulsada por la IA, tenemos que desarrollar un sistema que pueda aprender de los errores del pasado y ajustar su comportamiento en consecuencia, pero se necesita de presupuesto y la atención de los tomadores de decisión para que esto pueda combatirse.

¡El malware impulsado por la IA viene por dispositivos móviles y los datos de todos!

¿Qué podemos hacer como empresa?

La amenaza de pérdida de datos para las empresas está aumentando a medida que los negocios se trasladan a soluciones basadas en la nube como Azure, AWS y Microsoft 365. Cada día, aparecen decenas de empresas con noticias de filtraciones de datos y muchas de ellas con datos demográficos de clientes donde no pueden revertir el daño. Es por esto muy importante garantizar que las políticas de seguridad se apliquen de forma coherente en todas las ubicaciones, equipos y filiales para combatir la amenaza tanto de los ciberdelincuentes humanos como de los que emplean IA.

No todo está perdido

Es sólo cuestión de tiempo que el malware impulsado por la IA se convierta en una realidad y el sector de la ciberseguridad ya está adoptando técnicas de IA y aprendizaje automático para proteger nuestros dispositivos y datos.

A medida que el aprendizaje automático se generalice, la necesidad de herramientas de seguridad especializadas empezará a disminuir. Las herramientas de aprendizaje automático, como los motores de IA, las aplicaciones de ML y otras soluciones basadas en la IA, podrán ser adquiridas por empresas o particulares interesados en protegerse contra las nuevas amenazas.

Será la nueva normalidad, un protector, que más allá de antivirus, será un agente de seguridad sin programación específica que pueda prevenir y corregir problemas de seguridad claro, potenciado por IA.

Ya me imagino hablando con él en el metaverso. ¿Y tú?